una vez más cazo una conversación, de esas que deberían escuchar los ministros, en este caso la titular de igualdad, para recomendar el metro como fuente de contacto con la ciudadanía*, más allá del twitter.
las protagonistas eran dos chicas, de veintipocos, que hablaban sobre sus novios. una lo había dejado, aunque le seguía viendo; la otra estaba aburrida, pero aún continuaba. entre las frases que reproducían de sus parejas una de ellas (la del ex) ha lanzado la siguiente: "me dice que parezco una puta pintándome los labios con carmín rojo; pero luego no veas cómo le gusta que le coma la boca."
esta misma chica también ha comentado que su ex no soportaba verla con tanga en la playa, y eso que no le gustaba hacer topless, ha puntualizado; mientras que la otra sí ha reconocido que lo hace, pero cuando está sola porque a su novio no le parece bien.
cuando subí en diego de león me asombró su desparpajo, un desparpajo, cuando me bajé en legazpi, propio de quien contesta sin rebelarse.
contestar sin rebelarse, como todos, pero ellas de cerca.
*consigna no populista