viernes, diciembre 26, 2008

el gabinete de un aficionado, perec

The Gallery of Cornelis van der Geest

los detalles son imprescindibles en cualquier mentira, mezclar datos ciertos con otros falsos también, añadir números exactos, citas precisas, utilizar siempre el lenguaje más apropiado, popular o científico, hasta parapetarse con todo lo necesario en una aventura que, si no fuera por la vanidad de quien miente, crecería como verdad. pero el talento se resiste a no ser admirado.

después de leer el gabinete de un aficionado, de perec.

jueves, diciembre 25, 2008

Inquieto me recoloco y me acerco el libro a la cara. Las manos me huelen a tabaco, aunque no fumo, pero ese simple olor me obliga a levantarme de la silla e ir al baño, abrir el grifo y, mientras me enjabono, mirarme al espejo.

Casi a diario nos miramos al espejo, pero sólo te quedas embobado frente a él cuando tienes algo que decirte. Siempre poca cosa, como que leo para justificar que no escribo. Dura poco, la autocompasión vierte un reflejo poco creíble, excesivo, de actor que actúa.

Salgo pitando de allí, me preparo un sandwich, vuelvo a mi cuarto, vuelvo a sentarme en la silla y vuelvo a libro que he dejado. Pero ahora, mientras leo, me pregunto si me olían porque necesitaba escribir. Y me pongo a ello, con un cigarrillo en la mano.

jueves, diciembre 04, 2008