miércoles, agosto 11, 2010

repetir, recapitular

leo a mankell por primera vez, en bolsillo, y compruebo que cada título de la serie de su famoso detective lleva en el lomo una de las letras de su nombre: w-a-l-l-a-n-d-e-r. desde la biblioteca de los jóvenes castores nunca pensé que me animaría a completar una colección.

eso fue hace tiempo y, ahora que con el rabillo del ojo miro el amistoso de fútbol, recuerdo que en uno de esos libros de disney venían las equipaciones de las selecciones de distintos países. me fascinaban aquellas páginas, quizás nunca he abierto tantas veces un libro por el mismo sitio como lo hice con aquel tomo, pero ya conocen el gusto por la repetición de los niños.

y también conocen ese recurso, el de la recapitulación, que los novelistas usan para que no perdamos el hilo fundamental de la trama. el hombre sonriente es ejemplo de ello.

hoy, en una jornada monótona, retengo sus verbos: repetir, recapitular. y pienso que sólo un diario despeja la monotonía de los días, y que sólo un diario es capaz de conservar el material que usaremos para hacer balance cuando de verdad ya nada ocurra, salvo el recuerdo.

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