son cuatro chicas del gilgo que esperan su turno para entrar. están sentadas en el poyete de uno de los escaparates de la tienda. fuman, charlan con monosílabos, sonríen sin que nada les haga gracia antes de levantarse.
pienso en su próximo trabajo, en si quisieron ser azafatas, tatuadoras o dentistas, si desearon cierta vez algo que no se cumplió.
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