se ha parado, ha dejado caer los brazos, y desquitada ya de la profecía autocumplida ha emprendido de una vez la pieza, con esa energía que necesitan las canciones tristes.
reinterpretarse, para mejorar, siempre ha sido una de sus cualidades.
y ahora, mercedes sosa. por cierto, qué buen gusto.
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