Dos años después de la partida de Caroline nació mi hija Line. Un año más tarde nació mi hijo Tobías.
Los llevamos a la guardería por la mañana. Vamos a recogerlos por la tarde.
Mi mujer, Yolande, es una madre ejemplar.
Yo sigo trabajando en la fábrica de relojería.
En el primer pueblo no se sube nadie al autobús.
Ya no escribo.
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