domingo, agosto 30, 2009

ropa limpia

casi nadie espera, en ningún sitio, por ninguna razón. sin embargo nos pasamos la vida inquietos. quedan tres minutos para que termine el lavado, la máquina comienza a centrifugar.


he pasado treinta y cinco minutos sentado en una silla, con el ordenador en las piernas y el ruido justo, mientras disfrutaba de un sitio sin nadie. cada vez son más raros esos lugares.

ahora suena el ruido de la secadora. mi ropa estará limpia en un rato.

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