llegará el joven cinéfilo y me corregirá, pero creo haber escuchado hoy a von sydow la misma reflexión que don draper comenta aquí, o cómo nostalgia en griego significa literalmente el dolor de una vieja herida.
domingo, febrero 21, 2010
sábado, febrero 20, 2010
97 (1)
rebelarse como lo hace el hombre del traje gris, con esa media voz, casi nunca seguro pero decidido llegado el momento, es la única manera que una persona corriente tiene de corregir la vida: a trompicones.
viernes, febrero 19, 2010
basta muy poco
hoy he tenido dos conversaciones importantes, con el peluquero y con un tipo majo que me llamó para tomar café.
el peluquero conocerá este fin de semana a los padres de su novia. ellos se oponen a la relación que llevan. él intenta demostrales que detrás de todo no están los papeles, que ya los tiene, sino que se ha enamorado. pero los padres desconfían de un hombre nueve años mayor que su hija, cubano y ya divorciado. la chica vive con ellos, pero ha decidido marcharse con él. me lo ha contado todo mientras me aplicaba un dos con la maquinilla, y ha terminado enseñándome su foto, guarda varias en el móvil, como antes se guardaban en la cartera.
el tipo majo quería conocerme, un asunto laboral. digo que el tipo es majo porque hace semanas se comprometió a tomarse un café conmigo cuando pasara por madrid. oigan, que yo no soy el redactor más buscado de este país. está bien, no ha venido expresamente para verme, pero que alguien cumpla lo escrito y, además, tenga la amabilidad de no hacerte sentir incómodo, pues es para llevarse una buena impresión, ¿no? el asunto es complejo, por mi parte estoy dispuesto a arriesgarme, y honrar así a mi abuela con su dicho de que la vida es para los valientes, pero no depende sólo de mí.
basta escuchar a las personas para demostarles interés, basta que muestren interés para que te caigan bien.
el té ya está frío, pero merece la pena ordenar otro viernes inesperado.
el peluquero conocerá este fin de semana a los padres de su novia. ellos se oponen a la relación que llevan. él intenta demostrales que detrás de todo no están los papeles, que ya los tiene, sino que se ha enamorado. pero los padres desconfían de un hombre nueve años mayor que su hija, cubano y ya divorciado. la chica vive con ellos, pero ha decidido marcharse con él. me lo ha contado todo mientras me aplicaba un dos con la maquinilla, y ha terminado enseñándome su foto, guarda varias en el móvil, como antes se guardaban en la cartera.
el tipo majo quería conocerme, un asunto laboral. digo que el tipo es majo porque hace semanas se comprometió a tomarse un café conmigo cuando pasara por madrid. oigan, que yo no soy el redactor más buscado de este país. está bien, no ha venido expresamente para verme, pero que alguien cumpla lo escrito y, además, tenga la amabilidad de no hacerte sentir incómodo, pues es para llevarse una buena impresión, ¿no? el asunto es complejo, por mi parte estoy dispuesto a arriesgarme, y honrar así a mi abuela con su dicho de que la vida es para los valientes, pero no depende sólo de mí.
basta escuchar a las personas para demostarles interés, basta que muestren interés para que te caigan bien.
el té ya está frío, pero merece la pena ordenar otro viernes inesperado.
sábado, febrero 13, 2010
esta vez el carnaval se anticipó una semana. he tocado fondo. quizás el lunes todo cambie, dependerá de un acuerdo.
sin embargo, durante cinco días he vivido la situación laboral más absurda de mi vida. y como tal terminó: el viernes dije que salía a comer y no regresé. ya en mi casa envié un correo. no hacía falta resolver nada, la oferta no incluía contrato.
el porqué de mi aceptación inicial, de mis horas de trabajo durante el lunes, martes, miércoles, jueves y viernes, el viernes sólo hasta mediodía, estuvo motivado por la desesperación y la esperanza. diagnóstico: ceguera.
ahora podría decir que me levanté por dignidad, que tras comprobar qué me esperaba volvió la cordura, pero no. me levanté y me fui porque tuve la necesidad física de hacerlo. durante la hora previa a mi marcha me quedé paralizado delante del ordenador, estupefacto, ¿qué hacía yo allí? cuando llegó la hora me despedí como siempre, hasta luego, bajé las escaleras, salí a la calle y sólo cuando me vi en la acera recuperé el buen cuerpo. supe entonces que no volvería.
mientras caminaba hacia el metro recibí una llamada. fue una coincidencia, el lunes comprobaré si una coincidencia feliz, o menos alegre. el matiz importa. algo positivo es, no sé si bastará.
da igual cómo sea, sólo invoco una palabra: temple.
sin embargo, durante cinco días he vivido la situación laboral más absurda de mi vida. y como tal terminó: el viernes dije que salía a comer y no regresé. ya en mi casa envié un correo. no hacía falta resolver nada, la oferta no incluía contrato.
el porqué de mi aceptación inicial, de mis horas de trabajo durante el lunes, martes, miércoles, jueves y viernes, el viernes sólo hasta mediodía, estuvo motivado por la desesperación y la esperanza. diagnóstico: ceguera.
ahora podría decir que me levanté por dignidad, que tras comprobar qué me esperaba volvió la cordura, pero no. me levanté y me fui porque tuve la necesidad física de hacerlo. durante la hora previa a mi marcha me quedé paralizado delante del ordenador, estupefacto, ¿qué hacía yo allí? cuando llegó la hora me despedí como siempre, hasta luego, bajé las escaleras, salí a la calle y sólo cuando me vi en la acera recuperé el buen cuerpo. supe entonces que no volvería.
mientras caminaba hacia el metro recibí una llamada. fue una coincidencia, el lunes comprobaré si una coincidencia feliz, o menos alegre. el matiz importa. algo positivo es, no sé si bastará.
da igual cómo sea, sólo invoco una palabra: temple.
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