hoy he vuelto, pero sin atreverme a cruzar la acera. desde la cafetería de enfrente he visto como salían cajas que imagino no llevan ese plástico con burbujas porque ya no hay nada frágil que transportar, y tampoco vale nada cualquier cosa que pueda haberse quedado. los restos de los recuerdos, eso se llevan hoy, y así los tratan.
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