viernes, junio 08, 2007

flores azules, queneau

cidrolin aquí, en su barcaza que graffita de noche y pinta de día. el duque d'auge allá, a lomos de su caballo stenes, el caballo hablador. cidrolin deja pasar la vida mientras bebe esencia de hinojo. el caballero d'auge avanza en el tiempo de aventura en aventura.

pero si sólo fuesen dos historias peculiares que se comunican hasta confundirse en una misma al final, no pasaría de ser otra novela. sin embargo:

Una capa de lodo cubría todavía la tierra, pero, aquí y allá, se abrían pequeñas flores azules.

un libro distinto, con esas flores azules dappertutto:

Monseñor, no sois el único que piensa así.
Me asombráis. Suelo ser el único que piensa lo que pienso.

por eso no pude resistirme y tras leer como:

La repetición es una de las más odoríferas flores de la retórica.

me animé con esta idea que escondía y que haflorecido: flores de retórica

No hay comentarios: