algunos tomaron el camino de la identidad. les preocupaba saber quiénes eran. por eso se apartaron, se impusieron una disciplina, que no siempre era férrea, y comenzaron a vivir otra vida, como ellos mismos. se desconoce si encontraron donde asentarse.
también hubo gente que prefirió engañarse. formaron un grupo aguerrido, en forma de melé, ruidoso, tanto que ninguno lograba oír el sonido de las tripas de los demás. en ocasiones ni las suyas. siguieron dando vueltas.
otros prefirieron evadirse. se quedaron quietos, tumbados, aunque algunos de ellos se acercasen para protegerse del frío, según las zonas. dejaron rastros: acumularon piedras formando figuras, arañaron las cortezas de los árboles, o marcaron con señas sus cuerpos. la mayoría se convirtieron pronto en cadáveres.
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