la nostalgia toma formas imprevisibles. ayer se presentó como silla de cocina. tuve que sentarme, recordar que tampoco era sencillo cuando te preparaban la cena, y volverme a levantar con la decisión de los ingenuos, sin pensarlo. de haber permanecido allí más tiempo habría cogido frío, justo lo que no necesito con esta tos improductiva.
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