jueves, mayo 21, 2009

chirbes


es un detalle, uno de los que inclina la balanza.

los personajes están ahí y el narrador va contando por capítulos sus vidas, primero las de sus padres, después las de los hijos, unos hijos que se mezclan o coinciden entre ellos. cada capítulo se centra en un personaje, en una familia, y en cada capítulo, ese narrador que tan bien sabe, tiñe su expresión del lenguaje o el razonamiento de su protagonista, fogonazos que uno lee sin detenerse porque la voz siempre parece la misma, aunque la perspectiva cambie. para la madre, su impresentable hermano es roberto, para la hija, años después, roberto y su mujer serán unos tíos suyos.

la larga marcha.

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