no es complaciente, no puede serlo cuando lo que refleja son las contradicciones de la izquierda en los años sesenta, una época que tuvo en las movilizaciones contra la guerra de vietnam, el mayo francés, la primavera de praga o las guerrillas sudamericanas, expresiones distintas de lo que parece algo distinto.
chris marker monta un documental con imágenes de esos acontecimientos, discursos políticos, declaraciones de obreros y de personajes como semprún o cohn bendit, declaraciones de aquellos momentos, claro (el documental es de 1977, aunque le añadió comentarios en 1993). deja hablar, contrapuntéa y también añade, sí, como cuando se lamenta del acoso juvenil a jean vilar, director del festival de avignon.
intenta explicar el misterio del che, pero también se acerca a otras figuras como zatopek, el mito checo del atletismo que se opuso a la invasión soviética, y que terminó represaliado por ello tras el fracaso aperturista. marker, aún así, va más allá del personalismo, la reflexión es más general, aunque aparezcan profusamente marchais o fidel, retratados siempre por sus palabras, las escogidas por el cineasta, pero no olvidemos que dichas. en realidad son momentos como el de la protesta de las madres japonesas ante el presidente de la petroquímica chisso, los que reflejan de manera más exacta qué nuevos frentes se abrieron a partir de entonces, más particulares, más locales, vividos siempre con indignación.
así, marker expone, opina y duda, en un ensayo fílmico que, desde una posición, deja un relato que puede interpretarse, o eso entiendo.
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